China, Potencia Industrial y Tecnológica, Enfrenta un Desafío con el Reciclaje de Renovables

China, líder mundial en energías renovables, ahora se enfrenta a un desafío significativo: gestionar la avalancha de residuos tecnológicos generados por sus vastas instalaciones de paneles solares y turbinas eólicas. El país, conocido por su dominio en la industria y la tecnología, debe encontrar soluciones efectivas para reciclar estos equipos cuando lleguen al final de su vida útil.

La Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma (NDRC) de China, junto con otras cinco agencias estatales, ha publicado directrices para acelerar el reciclaje de equipos eólicos y fotovoltaicos. Aunque los detalles específicos de la estrategia aún no se han revelado completamente, Pekín ya ha comenzado a establecer estándares para el reciclaje de turbinas eólicas retiradas del servicio.

Las autoridades chinas se están preparando para un “desmantelamiento masivo de equipos” y aspiran a tener un sistema de reciclaje “básicamente maduro” para finales de la década, abarcando tanto los paneles solares como las turbinas eólicas. Los expertos de la NDRC están elaborando normas industriales detalladas sobre cómo cerrar, desmantelar y reciclar estas instalaciones, facilitando directrices técnicas para que las industrias fotovoltaica y eólica puedan reciclar sus equipos de manera efectiva.

Entre las pautas se incluye la obligación de los fabricantes de diseñar equipos fáciles de desarmar y reciclar, y la responsabilidad de los operadores de energía de desmontar los equipos una vez cumplida su vida útil. Los desperdicios no podrán ser enterrados en vertederos, y los fabricantes deberán ofrecer servicios de reciclado o asociarse con empresas especializadas en reciclaje.

El reto es considerable. Según expertos citados por Reuters, para 2030 China deberá reciclar alrededor de 1,5 millones de toneladas métricas de residuos tecnológicos, una cifra que podría aumentar a 20 millones de toneladas para 2050. Greenpeace estima que para 2040, el país deberá retirar instalaciones equivalentes a cerca de 250 GW de capacidad solar y 280 GW de generación eólica.

Este desafío no es exclusivo de China. La Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA) prevé que el volumen de paneles solares retirados aumentará significativamente en la próxima década, con una acumulación de residuos fotovoltaicos a nivel mundial que podría llegar a más de 200 Mt en 2050. WindEurope también señala un aumento en la cantidad de turbinas eólicas que alcanzarán el final de su vida operativa, con un aumento considerable de palas dadas de baja en Europa en los próximos años.

China ha sido pionera en el despliegue de energías renovables, con objetivos ambiciosos de alcanzar cero emisiones netas de carbono para 2060 y reducir su dependencia del carbón. Este año, el país se ha propuesto instalar 160 GW de capacidad eólica y solar, con la meta de alcanzar 1.200 GW de capacidad renovable para 2030, un objetivo que podría lograr antes de lo previsto.

Aunque el reciclaje de aerogeneradores y paneles solares es un reto complejo, la industria ya está explorando estrategias innovadoras para gestionar estos residuos. Desde la extracción de metales raros hasta la reutilización de palas en infraestructuras y mobiliario urbano, China está a la vanguardia de las soluciones tecnológicas y sostenibles para asegurar que sus renovables continúen siendo aliados ambientales en el futuro.