Disyuntiva: ¿apariciones de la virgen de Fátima o encuentros cercanos del 3er tipo?

El “mundillo” del fenómeno OVNI interesa a muchísima gente de muchísimas formas distintas, a unos por inquietud en conocer fenómenos extraños, otros por curiosidad, otros por buscar un lugar alternativo donde alojar sus miedos e inquietudes. Hay muchos de los interesados en el fenómeno OVNI que son religiosos, de distintas creencias, pero cuando entra en conflicto religión contra fenómenos extraños, pierden objetividad y tiran por creencia antes que por investigar y ser objetivo al valorar.

¿Por qué esta entrada? Porque esta publicación es de las que entraran en conflicto creencias contra datos objetivos. Me repito, escribo y no juzgo, solo planteo, cada uno luego que investigue, corrobore y piense lo que le dicte su cerebro.

Los datos, testimonios y hechos están recogidos en multitud de copias escritas y mecanografiadas, guardadas en iglesias de Portugal y en el Vaticano.

Dentro de los “milagros” más famosos de la iglesia católica en la historia reciente, uno es el “icono” por excelencia. Si el fenómeno OVNI tiene el caso Roswell como “icono”, la iglesia católica tiene “las apariciones marianas de Fátima”.

El domingo 13 de mayo de 1917, Lucía dos Santos (10 años) y sus primos Francisco (9) y Jacinta Marto (7), fueron a misa como hacían siempre, tras lo cual llevaron a sus ovejas a pastar a Cova de Iria. Los tres niños eran, como gran parte de sus paisanos en aquella época, analfabetos y profundamente católicos, no estoy juzgando, solo explico.

Tanto aquel día, como durante los siguientes meses en su decimotercer día, los niños y después el resto de testigos, presenciaron como aparecía de la nada un ser sobre una encina, precedido de un relámpago o explosión de luz, junto con un ruido sordo.

En sus primeras declaraciones al sacerdote José Formigâo, describieron a este ente como “una señora hermosísima, más brillante que el Sol”, vestida de blanco inmaculado, con un manto acolchado y con una “capucha transparente como el cristal rodeándole la cabeza” (aquella capucha transparente como de cristal rodeando toda la cabeza, se convirtió en posteriores declaraciones en un “halo de santidad”). Medía aproximadamente 1,20 metros y dijo venir del cielo. Sobre el pecho había una luz brillante (lo que luego derivó en el “Sagrado Corazón”).

El “ente” habló con Lucía (Jacinta declaró oírla y Francisco sólo verla) y tras un sonido parecido a un “trueno subterráneo” desapareció. A partir de entonces, el día 13 de cada mes (salvo el 13 de agosto) se les apareció en el mismo lugar. En junio fueron acompañados por algunos aldeanos. En julio recibieron un mensaje “profético” del ente, los llamados “Tres Misterios de Fátima”.

El 13 de septiembre de 1917 (en esa fecha ya era conocido por todo Portugal), se reunieron allí cerca de 30.000 personas, que declararon ver “un globo luminoso girando por las nubes”. Pero el hecho más sorprendente tuvo lugar el 13 de Octubre, “la danza del Sol”, o mejor dicho, la mal llamada “danza del Sol”. Ese día se produjo un fenómeno, de carácter solo local, que no fue registrado por los observatorios astronómicos ni por el estamento militar.

¿Por qué la mal llamada danza del Sol? Pues muy sencillo, los testigos no afirmaron haber visto moverse al Sol, sino una “esfera brillante” o “disco plateado” que “irradiaba luz y calor y tenía contornos claramente definidos” y “surgió de detrás de las nubes, donde aún se escondía el Sol”, el real.

Lo que sucedió (según los testimonios registrados, me repito) fue que de golpe, en el cielo surgió un “segundo sol” que comenzó a moverse de un lado para otro, girando sobre sí mismo y descendiendo sobre la gente. Todo ello fue acompañado de un aumento súbito del calor (aquel día había estado lloviendo y al instante se secaron las ropas de los 70.000 testigos) y de un fenómeno aún más extraño, la atmósfera se volvió rosada, cambiando posteriormente a otras tonalidades.

Sabemos que aquello que vieron los testigos no fue el Sol por dos datos fundamentales:

-En primer lugar, si el Sol se hubiera movido de tal manera habría provocado un cataclismo que ríete tú del Apocalipsis. A parte de que hubiese quedado registrado en más partes del mundo, pero fue solo un fenómeno local.

-En segundo lugar, la totalidad de los testigos afirma haber mirado al “Sol” directamente durante todo el tiempo que duró la danza, sin haber sufrido ningún tipo de lesión ocular.

En resumen, en esta al igual que en otras muchas apariciones marianas se repiten varios factores:

-Visión de seres que se comunican con los videntes de manera telepática.

-Emisión de calor por parte de estos seres.

-Estados de trance.

-Aparición de objetos en el cielo.

¿Suenan de algo estos factores?

En una zona rural, con una población analfabeta o semi-analfabeta y profundamente católica, ¿acaso estos fenómenos podrían haber sido identificados con otra cosa que no fuera la Virgen? Si la “danza del Sol” ocurriera hoy mismo, pongamos en la ciudad de Nueva York ¿Alguien pensaría en un fenómeno de carácter divino? ¿O pensaría en algún tipo de aeronave? ¿O un OVNI quizás?

Todos estos componentes encajan a la perfección en las descripciones que hacen de los encuentros con seres extraterrestres las personas que afirman haber sido testigo de uno de ellos. A igualdad de fenómenos de este tipo, cada individuo lo interpreta de una manera, en base a sus propias creencias, su cultura, su país, su época…