El telescopio James Webb ha captado la “huella digital” de dos estrellas y un investigador de la UNAM ha colaborado en las observaciones
Una nueva imagen del telescopio espacial James Webb ha revelado 17 anillos de polvo concéntricos emanando de un par de estrellas, conocidas como Wolf-Rayet 140, ubicadas a 5,000 años luz de la Tierra.
En esta observación participó Joel Sánchez Bermúdez, investigador del Instituto de Astronomía (IA) de la UNAM, siendo el único mexicano en los 32 integrantes en formar parte de la colaboración internacional de 34 instituciones a lo largo de ocho países, dirigida por Ryan M. Lau, del NSF NOIR Lab.
Así son la formación Wolf-Rayet 140
De acuerdo con la Agencia Espacial Europea (ESA) en un artículo publicado en la revista Nature Astronomy, cada uno de estos anillos se formaron cuando las dos estrellas se acercaron y sus vientos estelares se encontraron, comprimiendo el gas y formando polvo. Además, ya que las órbitas de las estrellas las unen una vez cada ocho años, actúan como los anillos en el tronco de un árbol y los bucles permiten ver el paso del tiempo de las estrellas.
Los anillos son llamados por Lau y su equipo como “caparazones”, ya que en realidad son más gruesos y anchos de lo que parecen en la imagen captada por el instrumento de infrarrojo medio (MIRI) del Webb. También gracias a este instrumento se pudo revelar la composición del polvo, formado principalmente de material expulsado por un tipo de estrella conocida como Wolf-Rayet.
Este tipo de pares está compuesta por dos elementos, una estrella masiva Tipo O y otra que envejece también Tipo O, pero que recibe el nombre de Wolf-Rayet, misma que eyecta material que colisiona con su estrella compañera, generando los anillos.
Ya que las Wolf-Rayet generan poderosos vientos que empujan grandes cantidades de gas al espacio, el equipo de la agencia detalla que el par 140 en particular puede haber perdido más de la mitad de su masa original en el proceso.
El equipo al que pertenece Sánchez Bermúdez también detalla que la imagen permite reafirmar “el gran poder de observación del telescopio“, pues hasta ahora utilizando los telescopios ubicados en Tierra solamente se podían ver dos de los 17 anillos de polvo.
Una parte importante en la formación del universo
Según la ESA, ya que las estrellas Wolf-Rayet arrojan tanta masa, además de hidrógeno, también expulsan elementos más complejos que normalmente se encuentran en las profundidades de su interior, incluido el carbono.
Estos elementos más pesados del viento se enfrían a medida que viajan por el espacio y se comprimen en el punto donde se encuentran los vientos de ambas estrellas.
Un partido revolucionario, si en verdad está empeñado en hacer y dirigir la revolución no puede renunciar al legítimo derecho de ser o formar parte de la vanguardia histórica que en efecto haga y dirija la revolución socialista en nuestro país, es de hipócritas decir que se lucha sin aspirar a tomar el poder y mucho más aún si se pretende desarrollar lucha diciendo que no busca ser vanguardia cuando en los hechos se actúa en esa dirección.
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