Estados Unidos busca privar a China de tecnología que es gratuita y de código abierto: “es tan absurdo como intentar prohibirles el alfabeto”.

China está muy interesada en RISC-V, una tecnología de chip de código abierto que se originó en Estados Unidos. La tecnología permite a China desarrollar sus propios procesadores sin depender de proveedores extranjeros ni violar sanciones comerciales. Pero a Washington le preocupa el potencial de RISC-V para impulsar los avances tecnológicos de China, particularmente en áreas como la inteligencia artificial y la ciberseguridad. Debido a esto, China está considerando restringir el acceso de China a RISC-V y sus componentes principales, informó el New York Times. China quiere tecnología estadounidense para impulsar la producción nacional
En medio de la “guerra de chips” entre Estados Unidos y China, las gigantescas empresas asiáticas están trabajando para fortalecer sus capacidades nacionales de fabricación de semiconductores. China quiere reducir su dependencia de proveedores extranjeros y evitar las restricciones comerciales de Estados Unidos. Pero Estados Unidos se muestra reacio a ceder su posición en el mercado de chips y está tomando medidas para limitar el acceso de China a tecnologías clave que impulsan la industria china.
La estrella esta vez es la tecnología de chip RISC-V, que se creó en el laboratorio de computación de la Universidad de California y se ha convertido en la base de numerosos chips que realizan diversas funciones informáticas. RISC-V proporciona un estándar común para diseñar procesadores utilizados en dispositivos como teléfonos móviles, discos duros, enrutadores Wi-Fi y tabletas.
RISC-V es una tecnología de chip de código abierto y está disponible gratuitamente en Internet. La situación ha creado un nuevo dilema para Washington: cómo regular las exportaciones a China que podrían beneficiar a los militares. Y RISC-V se ha convertido en un recurso importante para las empresas y agencias gubernamentales chinas que buscan competir con Estados Unidos en el desarrollo de semiconductores. El Comité Selecto de la Cámara de Representantes sobre el Partido Comunista de China, presidido por el republicano Mike Gallagher, recomendó que una comisión gubernamental evalúe los riesgos potenciales de RISC-V.
El demócrata Raja Krishnamoorthy también afirmó que el Partido Comunista Chino está “intentando utilizar la arquitectura RISC-V para eludir nuestros controles de exportación”. Añadió que los usuarios de RISC-V deberían centrarse en el desarrollo tecnológico “y no en la agenda geopolítica del Partido Comunista Chino”.
Además, Arm Holdings, una empresa británica que ofrece tecnología de chips competidora, está preocupada por las restricciones a las exportaciones y ha instado a los funcionarios estadounidenses a imponer límites a RISC-V, informó el New York Times. La administración Biden desconfía del uso de RISC-V por parte de China, pero le preocupa especialmente que haya problemas con la regulación de la tecnología si China confía en RISC-V.
Lo interesante aquí es que RISC-V se basa en software de código abierto, al igual que otro software gratuito como Linux. Esto permite que cualquier desarrollador acceda y modifique el código fuente que crea. Estos programas estimularon la innovación y la competencia entre varios actores y redujeron el predominio de proveedores únicos.
RISC-V es también el lenguaje principal del chip y define el funcionamiento del chip. Los ingenieros pueden utilizar este lenguaje para diseñar componentes semiconductores. También hay diseños de chips RISC-V comerciales gratuitos. Los ingenieros globales pueden mejorar las pautas básicas. La Academia China de Ciencias y RISC-V International, una organización sin fines de lucro con más de 4.000 miembros de 70 países, incluidas empresas como Huawei, Alibaba, Google y Qualcomm, están supervisando el proceso. Dave Dietzel, CTO de Esperanto Technologies, una startup de chips que utiliza RISC-V, dijo al New York Times: “Es completamente estúpido”.

“Es como decir: ‘Los chinos pueden leer libros sobre armas nucleares escritos en inglés, así que resolvamos el problema prohibiendo el alfabeto inglés’. Y RISC-V es la tecnología de chip que permite a empresas chinas como Huawei. , facilitando la creación de más semiconductores. Esto ha generado preocupación entre los funcionarios estadounidenses que temen que China pueda utilizar fábricas chinas para introducir fallas cibernéticas en chips que podrían dañar la red eléctrica estadounidense y otras infraestructuras críticas.
Como han sugerido anteriormente otros ejemplos de China y Estados Unidos, este escenario nos ofrece dos opciones para el futuro. Esto podría desencadenar una guerra comercial y tecnológica sin precedentes con graves consecuencias para la economía global y la paz geopolítica. Alternativamente, podría promover la innovación y la cooperación entre países que buscan alternativas al sistema de monopolio entre Estados Unidos y China.

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Un partido revolucionario, si en verdad está empeñado en hacer y dirigir la revolución no puede renunciar al legítimo derecho de ser o formar parte de la vanguardia histórica que en efecto haga y dirija la revolución socialista en nuestro país, es de hipócritas decir que se lucha sin aspirar a tomar el poder y mucho más aún si se pretende desarrollar lucha diciendo que no busca ser vanguardia cuando en los hechos se actúa en esa dirección.

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