Extraño resplandor ilumina el cielo de Irlanda y alimenta nueva ola de especulación ufológica

El pasado 29 de octubre de 2025, miles de personas en diversas regiones de Irlanda —incluyendo los condados de Wexford, Donegal, Cork y Carlow— observaron un intenso resplandor silencioso desplazándose lentamente por el cielo nocturno. Los testigos describieron una luz de gran tamaño, aparentemente suspendida a baja altura, que no emitía sonido y parecía moverse con un patrón deliberado. thesun.ie

Inicialmente, muchos de ellos calificaron el fenómeno como un posible avistamiento de objeto volador no identificado (OVNI). Uno de los expertos en meteorología regional, Alan O’Reilly, admitió que, en un primer momento, la etiqueta “UFO” era plausible debido a la naturaleza inusual del objeto. thesun.ie

Sin embargo, tras una revisión más detallada de los hechos y coincidencias con lanzamientos espaciales recientes, se determinó que el espectáculo luminoso correspondió al desecho de combustible del cohete Falcon 9 lanzado por SpaceX para desplegar satélites Starlink. El depósito del propulsante a gran altitud provocó la formación de partículas heladas que reflejaron la luz solar de forma espectacular, generando la ilusión de una luz estática o lenta descendente en la atmósfera. thesun.ie

El episodio plantea varias reflexiones interesantes:

• La capacidad del público y la prensa para generar fenómenos ufológicos cuando la luz, el ambiente y el desconocimiento convergen.
• El reto constante que enfrentan los investigadores de fenómenos aéreos no identificados (UAP, por su sigla en inglés) de diferenciar entre lo verdaderamente desconocido y los fenómenos atmosféricos/lanzamientos espaciales.
• El papel de la desinformación o la especulación rápida en redes sociales y medios locales cuando los testigos no tienen un referente claro para interpretar lo que ven.

Aunque este caso concluye con una explicación terrestre, no disminuye el interés que genera el tema de los UAP en la sociedad contemporánea. Por el contrario, refuerza la necesidad de sistemas de observación, reporte y transparencia que permitan filtrar lo extraordinario de lo ordinario, y considerar que en muchos casos la extraordinaria percepción es generada por fenómenos bien identificables.

En resumen: un espectáculo visual inesperado sobre el cielo irlandés encendió la alarma y la curiosidad pública, para luego disiparse como un efecto de la era espacial. Pero la fascinación por lo desconocido persiste, y casos como este alimentan tanto la ciencia como la imaginación colectiva.