Juan XXIII testigo directo de un encuentro del Tercer Tipo

Juan XXIII (Ángelo Roncalli) fue un gran Papa para gran parte de la Iglesia Católica, trató de modificar algunas de las estructuras de poder que dominaban el aspecto político y económico de la Iglesia. Pero no le dejaron acabar su labor, o su hora llego antes de tiempo en 1963, pues apareció muerto en su cama sin razón aparente previa. Con él se fue además de un Papa, un gran pensador y visionario.

Juan XXIII además de por su labor al frente de la Iglesia Católica, la cual fue muy firme y laboriosa, también ha pasado a la historia por un hecho ocurrido en 1961 y que conto su asistente 20 años después de su muerte.

El asistente de Juan XXIII fue Lori Francesco Capovilla, quien fue nombrado Obispo, Arzobispo y finalmente Cardenal por el Papa Francisco. Murió el 26 de mayo de 2016.

Capovilla, asistente de Juan XXIII contó que en la localidad veraniega Papal de Castell Gandolfi en 1961, ellos dos fueron testigos directos de un fenómeno OVNI, incluso Juan XXIII llego a materializar un encuentro del tercer tipo.

No olvidemos que Capovilla, cuando conto su relato, era Arzobispo de Mesembria, nada que ver con “lunático” que suelta la lengua porque se aburre. Pocos años después de contar su relato, presento su renuncia a Juan Pablo II, y se retiró a la tierra natal de Juan XXIII hasta su muerte.

Unos atribuyen como receptores de la historia a su primo Luis Sartori, otros a un periodista italiano llamado Pier Carpi y otros a un periodista ingles de un semanario inglés. El caso es que el documento con su testimonio firmado de su puño y letra está ahora en el Vaticano, con lo cual la narración de Capovilla fue literal la siguiente:

 

“El Papa y yo estábamos caminando a través del jardín, una noche del mes de julio de 1961, cuando observamos sobre nuestras cabezas una nave muy luminosa”. “Era de forma ovalada y tenía luces intermitentes, de un color azul y ámbar”. “La nave pareció sobrevolar nuestras cabezas por unos minutos, para luego aterrizar sobre el césped, en el lado sur del jardín”.

Continua su relato: “Un extraño ser salió de la nave, tenía forma humana, a excepción de que su cuerpo estaba rodeado de una luz dorada y tenía orejas más alargadas que las nuestras. Su Santidad y yo nos arrodillamos, no sabíamos lo que estábamos viendo, pero supimos que lo que fuese no era una visión. Rezamos y cuando levantamos nuestras cabezas, el ser todavía estaba allí. Esto nos demostró que no era una visión lo que vimos. El Santo Padre se levantó y caminó hacia el ser”.

“Los dos estuvieron alrededor de 20 minutos uno frente al otro, se los veía gesticular como si hablaran, pero no se sentían sonidos de voces. Ellos no me llamaron, por lo que permanecí donde estaba y no pude oír nada de lo que hablaron. Luego, el ser se dio la vuelta y caminó hacia su nave y enseguida se elevó”.

“Su Santidad dio media vuelta hacia mí y me dijo !Los Hijos de Dios están en todas partes, aunque algunas veces tenemos dificultades en reconocer a nuestros propios hermanos! Después de que el ser extraterrestre retornó a su nave y despegó, el Papa y yo continuamos nuestro paseo como si nada hubiese pasado”.

Capovilla dijo que Juan XXIII nunca quiso contarle lo que habló el extraterrestre con él en aquella experiencia.

Este contacto reafirma a unos en su creencia de que algo existe y nos visita, a unos más que a otros. Y sigue dejando igual a otros, que siguen pidiendo pruebas para creer este relato de boca de Capovilla.

Lo que no cabe duda es que sería un encuentro digno de ver y una conversación muy interesante de haber podido escuchar.