“La basura más grande de la historia del cine”: la película de fantasía de los años 2000 que casi todos hemos conseguido olvidar

¿Pensabas que Hollywood no había puesto ya sus ojos en el juego de rol Dragones y Mazmorras antes de la película Dungeons & Dragons: Honor entre ladrones que llegó a las salas españolas el pasado 31 de marzo?

Retrocedamos 23 años en el tiempo. Concretamente al 8 de diciembre del año 2000 -6 de abril de 2001 en España-. El apocalipsis del cambio de milenio no sucedió, pero otra catástrofe se estaba gestando en los cines: el estreno de Dragones y mazmorras, dirigida por Courtney Solomon.

Sobre el papel, sin embargo, la película contaba con el elenco para atraer al público: Justin Whalin en la piel a Ridley, el héroe, tras haber alcanzado notoriedad como uno de los actores de la serie Lois & Clark protagonizada por Dean Cain y Teri Hatcher; Marlon Wayans, quien también pasaba por un momento de éxito de Scary Movie y Requiem por un sueño, como Snails; Thora Birch, de American Beauty, como Savina; y la superestrella británica Jeremy Irons como el gran villano de la película, Profion.

Sin embargo, a pesar de haber contado con un presupuesto de 45 millones de dólares, Dragones y Mazmorras sería un fracaso monumental tanto a nivel comercial como de crítica. De hecho, el filme apenas recaudó 34 millones a nivel mundial, sin llegar si quiera a recuperar la inversión y provocando grandes pérdidas a su estudio.

Un desastre épico para New Line Cinema, que, a pesar de todo, en aquel momento comenzaría a estar en auge y compensaría su enorme ‘fail’ con el éxito de la trilogía de El Señor de los Anillos de Peter Jackson.

“REALMENTE MALA”

En el sitio Rotten Tomatoes, la película tiene una calificación de 9% críticas positivas por parte de la prensa especializada frente a un también más que discreto 20% por parte de la audiencia. Según los críticos, “a pesar de la presencia de actores talentosos, la actuación es realmente mala” y, de las valoraciones puede extraerse la conmoción de algunas personas ante el personaje de Marlon Wayans, al que describen como “un retroceso racista a los estereotipos negros”.

En SensaCine, Dragones y Mazmorras también tiene una puntuación desastrosa: 1,5 estrellas otorgada por la crítica de SensaCine y 2,3 de 5 estrellas por parte de una audiencia bastante benevolente. “La épica se confunde –suponemos que involuntariamente– con la parodia e incluso uno tiene una sensación de farsa”, puede leerse en la crítica. No obstante, en nuestra web hermana AlloCiné los comentarios son aún más destructivos, con un 1,2 de media y valoraciones en las que se repite demasiado a menudo la palabra “basura”. “Una de las peores películas existentes”; “Una basura como pocas veces hemos visto” o simplemente “La basura más grande de la historia del cine” son algunas de las terribles valoraciones.

Además, en 2010, la revista Empire clasificó a la Dragones y Mazmorras del año 2000 en el puesto 39 de su clasificación de las 50 peores películas de todos los tiempos. Uno de los tantos ejemplos de las descripciones terribles que le otorgó la crítica especializada en general.

Pero aunque la versión estrenada hace 23 años fue un fracaso, hace lucir mucho más la nueva película recién estrenada en 2023, que definitivamente sí ha sido objeto de elogios y, en apenas tres semanas en cartel, ya ha conseguido recuperar lo invertido en su millonario presupuesto. Y, dicho sea de paso, el ‘fail’ de su predecesora hace que luzca aún más.