La biotecnología, más allá de la ciencia ficción
Los seres humanos manipulamos a microorganismos vivos para producir alimentos desde hace miles de años: los egipcios producían cerveza y vino hace más de 6,000 años y hace 2,000 años comenzamos a producir pan a partir de levaduras. Desde entonces, aprendimos de biotecnología de forma intuitiva y sin comprender –del todo– los procesos, aunque hoy es otra historia.
¿Qué es la biotecnología?
Más que ciencia ficción, la biotecnología es una ciencia moderna cuyos fundamentos se basan en tecnologías que aprovechan los mecanismos e interacciones biológicas de los seres vivos. Y sus aplicaciones prometen hacernos la vida más fácil. Te contamos por qué.
Las aplicaciones de la biotecnología
La biotecnología parte del descubrimiento de la estructura de ADN para modificar, de manera selectiva, la actividad de organismos vivos. Así, el diseño de microorganismos para lograr antibióticos, creación de microbios para producir productos químicos y cultivos de plantas transgénicas resistentes a condiciones climáticas adversas son algunas de sus aplicaciones. La biotecnología forma parte de una gran parte de procesos industriales y farmacéuticos.
En México, existe un lugar que desde 2008 se ha dedicado a impulsar esta área del conocimiento en México y que este miércoles 9 de agosto cumplió 15 años. Se trata del Centro de Biotecnología FEMSA del Tecnológico de Monterrey.
“Antes de que existiera, pocas personas conocían qué era la disciplina y esto ha logrado acercar a la gente”, señala su director, el doctor José González Valdez.
El Centro de Biotecnología es un espacio de investigación con miras al futuro. Su creación surgió del esfuerzo de los investigadores Sergio Serna Saldívar, Mario Moisés Álvarez y Marco Rito Palomares con la idea de hacer ciencia en el país.
“Fue en una reunión de profesores cuando el entonces rector Rafael Rangel Sostmann decidió apostarle a nuestro trabajo y a nuestras ganas de hacer ciencia”, recuerda el doctor Rito Palomares.
El proyecto inició con un modesto laboratorio equivalente a dos salones de clases en el Campus Monterrey. Tenían menos de 10 alumnos. “Éramos tres investigadores con el sueño de generar un edificio completamente nuevo, y empezamos una campaña de fondeo”, cuenta Marco Rito.
Al año y medio de haber iniciado el proyecto alcanzaron la meta para financiar su construcción. En un par de años se vio cristalizado en lo que ahora es un edificio de cinco niveles, con infraestructura de primer mundo, que ha permitido atraer talento de México y de todo el planeta.
Mejorar la salud de la humanidad
La Organización Mundial de la Salud (OMS) revela cifras sobre una urgencia mundial: 60% de las muertes en el mundo son provocadas por enfermedades crónico-degenerativas, como cáncer, diabetes o hipertensión que, en gran medida, podrían prevenirse con una dieta más saludable.
El Centro se enfoca en nutrigenómica y bioprocesos —para construir las bases de los alimentos del futuro–, así como en biología sintética –para crear productos que puedan tener un impacto probado en la salud–.
Su gran apuesta es desarrollar fármacos y construir la base para tener alimentos con investigación de vanguardia e innovadora.
La nutrigenómica podría ayudar a combatir las pandemias modernas que, ahora, exigen una reconciliación entre el cuerpo y una dieta según mandan los genes. Los investigadores anhelan que podamos tener en un alimento la forma de prevenir el cáncer, o que en una simple ensalada existan todos los nutrientes y vitaminas que requiere nuestro organismo.
Los resultados no solo podrían revolucionar la industria alimenticia, también significarían un ahorro considerable en el gasto público que se destina a la atención de trastornos de la salud en el mundo.
“La preocupación principal es la identificación de compuestos que puedan ser incorporados a los alimentos y que puedan tener un impacto probado en la salud. Desde una galleta o un yogurt con capacidades únicas antioxidantes que detengan el deterioro de las células”, explica el doctor Rito Palomares.
Colaboración institucional
De la investigación que se realiza en el Centro de Biotecnología FEMSA, entre un 60 o 70% de los proyectos tiene que ver con la industria, una característica que diferencia a este espacio de investigación de otros similares en el país.
“Tenemos una estrecha colaboración con las empresas, y esto se debe a que tenemos la preocupación de ser el elemento de innovación, lo que nos ha permitido obtener más financiamiento y así tener un efecto multiplicador para el trabajo de otros proyectos”, destaca Rito Palomares.
En la actualidad, el Centro FEMSA cuenta con una plantilla de más de 150 investigadores que ha logrado atraer talento de todo el país. Asimismo, cuenta con una red de colaboración con otras universidades que se fortalece con el intercambio de estudiantes, y el desarrollo y presentación de proyectos en conjunto.
También tiene diferentes colaboraciones con universidades como la Universidad Nacional Autónoma de México o el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y la University College London, estas últimas instituciones se encuentran posicionadas entre las 15 mejores en biotecnología.
Un partido revolucionario, si en verdad está empeñado en hacer y dirigir la revolución no puede renunciar al legítimo derecho de ser o formar parte de la vanguardia histórica que en efecto haga y dirija la revolución socialista en nuestro país, es de hipócritas decir que se lucha sin aspirar a tomar el poder y mucho más aún si se pretende desarrollar lucha diciendo que no busca ser vanguardia cuando en los hechos se actúa en esa dirección.
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