La búsqueda de vida extraterrestre se centra en rastrear actividad microbiana, no la presencia de seres alienígenas.

Hay una discusión histórica, pero esta discusión no afecta la vida fuera de la tierra, y el 7 de noviembre, se concentra en la evolución temprana de la facultad de ciencia y facultad (ciencia, ciencia, innovación y mundo académico), la aparición de vida.
La reunión organizada por la Academia Mexicana de Ciencias Centrales y Ciencias fue establecida por un grupo de comentaristas creados por Andrés Cao, investigadores animales, ciencias y asociaciones anónimas. José Franco, investigador del Instituto de Investigación Astronómica de la Universidad; Física astronómica de Sandra Rames, el autohandle nacional de coreano; Julia es investigadora del Instituto Renovable de Energía y C3 recopilado en su conjunto como Julia Tagerty. Para Lazcano es importante trazar una línea entre la especulación y la búsqueda de vida extraterrestre a través de evidencia empírica. “La gente creía que lo que estaba sucediendo en la Tierra estaba sucediendo en otras partes del universo, y que si había otras formas de vida en la Tierra, lo mismo estaba sucediendo en otros planetas, estrellas y planetas que no conocíamos. . Para. “(…) descubiertas, pero importante, estas ideas no fueron un inicio directo para la discusión actual sobre la búsqueda de vida extraterrestre. “, explica Lazcano. Un verdadero precedente científico se produjo en 1984, cuando el bioquímico soviético Alexander Ivanovich Oparin publicó el libro “El origen de la vida”. Propuso que los primeros organismos vivos fueron bacterias heterótrofas anaeróbicas, bacterias que no sintetizaban su propio alimento. Debido a que se forma en un ambiente sin oxígeno libre (también llamado atmósfera reductora), no puede soportar la presencia de oxígeno.
“Oparin dividió el origen de la vida en varias etapas, y estas etapas han sido estudiadas por astrónomos, químicos, químicos físicos, microbiólogos, ecologistas microbianos y evolucionistas. “El origen de la vida ya no es un problema de surgimiento espontáneo, sino una cuestión que puede estudiarse en diferentes estadios y etapas”, afirmó Lazcano.
Varios experimentos, como el de Stanley Miller en 1953, dieron la razón a Oparin, demostrando que se pueden formar moléculas orgánicas a partir de sustancias inorgánicas. El propio Lazcano confirmó la existencia de una sopa primordial al participar en experimentos que demostraron que ciertas combinaciones de gases y sustancias primordiales podían formar aminoácidos, que podían estimular las primeras células principalmente a través del ácido ribonucleico (ARN).
Según Lazcano, el conocimiento moderno es el resultado de un proceso evolutivo en el que la actividad de los microorganismos fue un factor importante en la formación de los sistemas planetarios y la aparición de la vida en la Tierra. Por tanto, según él, “la búsqueda de vida extraterrestre se centra en la actividad de los microorganismos y los diversos gases que liberan al medio ambiente”. La actividad microbiana “desprende gases que indican, marcan y delatan con precisión su presencia”, una forma de buscar señales de vida en el espacio. Si bien la búsqueda de actividad microbiana a través de biomarcadores es prometedora, Lazcano señala que debe usarse con extrema precaución porque demuestra que la vida extraterrestre en realidad no existe.
Entre la ciencia y la ficción

El investigador José Franco introdujo en la conferencia de Lazcano los distintos métodos de búsqueda extraterrestre que se están llevando a cabo actualmente en diversos sistemas planetarios utilizando herramientas tecnológicas de última generación. Por ejemplo, la actividad microbiana directa podría conducir a “Marte, cometas, asteroides, etc.” Cuando estaban de visita, fueron “reunidos” y trataron de ver qué tenían. La búsqueda de estos biomarcadores (…) incluye también búsquedas indirectas de las atmósferas observadas de otros planetas”, afirmó Franco. También arrojaron botellas entre los escombros en busca de señales de radio.
noticias 274
José Franco, investigador del Laboratorio de Astronomía de la UNAM. Crédito de la foto: Patricia Peña/C3UNAM La investigadora Sandra Ramírez habló sobre cómo la astrobiología puede ayudar a probar muchas hipótesis actuales, como el origen de la vida o la existencia de otras formas de vida en el universo. Entonces Ramírez dijo: “Primero hay que entender lo que hay en la Tierra, luego hay que salir y saber qué buscar”.
Según los investigadores, las principales características de la vida orgánica son: Primero, las fuentes de energía; Luego, materias primas moleculares formadas por elementos químicos (oxígeno, nitrógeno, aluminio, carbono, etc.); Y por último agua líquida. “De todos estos requisitos básicos para la vida, la existencia de agua líquida es el más desafiante desde una perspectiva cósmica y es el principio rector de muchas misiones espaciales actuales”.
Estas condiciones también se han atribuido a exoplanetas. La superficie tiene dimensiones adecuadas para agua líquida, atmósfera y magnetosfera. Desafortunadamente, Ramírez dijo que ninguna de esas búsquedas ha arrojado evidencia de vida en la Tierra. “Pero todavía queda mucho por descubrir, mucho por descubrir y, por supuesto, mucho por aprender”, afirmó.
Finalmente, el zoólogo y divulgador científico Andrés Cota habló de los principales representantes de la ciencia ficción que representan vida extraterrestre, situaciones de invasión a menudo atractivas y familiares para la humanidad. noticias 274
José Franco, Sandra Ramírez, Andrés Cotta, Giulia Tagueña, Aleida Rueda. Crédito de la foto: Eduardo González/AMC.
Desde Lovecraft con sus monstruos alienígenas y Stanislaus Lem abriendo el océano de los sentidos en Solaris hasta tiempos modernos como Arrival, los extraterrestres han desarrollado un sistema de comunicación a través de ideogramas que sólo los lingüistas pueden descifrar. Para Cota, muchas de estas expresiones dicen más de los sujetos que las crearon que de los objetos creados, y también son ejemplos de la vasta imaginación que puede alimentar el deseo humano de encontrar vida extraterrestre. “Vemos muy poco desde el espacio. Vemos muy poco en nuestro propio planeta. Sólo conocemos alrededor del 5 por ciento del océano, el ecosistema más grande de la Tierra”, dijo Kota. Así que la vida extraterrestre es completamente posible, pero encontrarla es difícil.
Los expertos involucrados en la cita coincidieron en que si bien todavía no hay evidencia de vida humana en la Tierra, eso no significa que no exista, y que encontrarla requerirá colaboración multidisciplinaria así como tecnología cada vez más sofisticada.