La guerra geopolítica que libran actualmente Estados Unidos y China gira en torno a un metal estratégico: el galio.
El galio es un metal muy singular. Sus propiedades físicas y químicas lo hacen ideal para combinarlo con otros metales para crear un tipo especial de circuito integrado llamado semiconductor de banda ancha. Estos chips tienen tres propiedades que los hacen muy valiosos para su uso en la tecnología militar moderna: pueden soportar voltajes, temperaturas y frecuencias más altas que los chips de silicio convencionales.
En la década de 1970, la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa (DARPA) dedicó muchos recursos al desarrollo de semiconductores basados en galio debido a su potencial en proyectos de tecnología militar. El arseniuro de galio (GaAs) ha desempeñado un papel importante en el desarrollo del Sistema de Posicionamiento Global (GPS), así como en el desarrollo de radares y armas de precisión.
El nitruro de galio (GaN), también respaldado por DARPA, se está utilizando actualmente para crear radares de próxima generación que pueden identificar con precisión objetos más pequeños, más rápidos y más numerosos a largas distancias. Cada uno de estos radares contiene miles de chips que contienen galio. Todo lo que acabamos de ver nos lleva a una conclusión clara: el galio es un metal importante para Estados Unidos. Pero este país no es la única superpotencia militar del mundo.
China utiliza metales estratégicos como herramientas geopolíticas
El 3 de julio de 2023, el Ministerio de Comercio de China anunció que se estaba preparando para introducir nuevas restricciones para condicionar las exportaciones de galio y otros metales. Estas medidas finalmente entraron en vigor el 1 de agosto de 2023. A priori, el hecho de que un país dificulte la exportación de uno o más metales que produce no necesariamente causa conmoción global, pero este escenario tiene una realidad. que no podemos ignorar: China tiene el monopolio de la producción de galio. De hecho, en 2022 representará el 98% del galio crudo del mundo.
Para el país liderado por Xi Jinping, el metal tiene un valor estratégico comparable al de Estados Unidos por sus potenciales aplicaciones militares. Pero además, los controles a las exportaciones de galio permiten a China responder a las sanciones impuestas por Estados Unidos y sus aliados a la industria de semiconductores del país asiático. De cualquier manera, el gobierno de Xi Jinping está enviando una señal muy fuerte a Estados Unidos y sus aliados: China está dispuesta a utilizar los metales estratégicos que controla como herramienta geopolítica. Trece meses desde que entraron en vigor las restricciones a la exportación de galio han tenido graves consecuencias. Lo más obvio es que las cadenas de suministro globales relacionadas con las industrias electrónica y de defensa han experimentado cambios profundos. Además, como explicamos hace una semana, los precios del galio y el germanio, otro elemento químico de enorme importancia estratégica, se han disparado.
De hecho, los precios del germanio aumentaron de 1.200 dólares/kg en el primer trimestre de 2023 a 2.600 dólares/kg en el tercer trimestre de 2024. Los precios del galio han aumentado un poco menos, pero la diferencia sigue siendo significativa. De hecho, su precio ha aumentado de unos 300 $/kg a principios de 2024 a unos 530 $/kg en la actualidad. A partir del 1 de agosto de 2023, los fabricantes chinos deberán solicitar una licencia de exportación si quieren exportar galio, germanio y sus derivados desde China.
En esta etapa, Estados Unidos no se queda quieto. No podía permitírselo. El control del galio contribuyó al desarrollo militar de China. El objetivo de la administración de Joe Biden es mitigar las amenazas relacionadas con el control de las cadenas de suministro por parte de China y proteger sus propias cadenas de suministro minimizando la dependencia del país gobernado por Xi Jinping. Sin embargo, lograrlo en las condiciones actuales no es fácil. El primer paso que da Estados Unidos requiere invertir en capacidades de extracción y procesamiento de galio dentro de sus fronteras. También está trabajando con aliados para aumentar la minería y el procesamiento de metales en el extranjero. Pero eso no es todo. Estados Unidos continúa desarrollando tecnología de reciclaje de galio para reducir la presión sobre la cadena de suministro global. Finalmente, la administración de Joe Biden apoya el mantenimiento de suministros mínimos anuales de galio, especialmente para la industria de defensa. Veremos qué sucede en los próximos meses en este ámbito, pero parece interesante.
Un partido revolucionario, si en verdad está empeñado en hacer y dirigir la revolución no puede renunciar al legítimo derecho de ser o formar parte de la vanguardia histórica que en efecto haga y dirija la revolución socialista en nuestro país, es de hipócritas decir que se lucha sin aspirar a tomar el poder y mucho más aún si se pretende desarrollar lucha diciendo que no busca ser vanguardia cuando en los hechos se actúa en esa dirección.
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