Las curiosas maneras en que la ciencia ficción imaginaba a los extraterrestres antes de la llegada de la televisión

En el mes de octubre de 1961, Betty y Barney Hill compartieron con un profesor de astronomía en su residencia en New Hampshire una declaración sorprendente. La pareja, compuesta por una trabajadora social y un empleado postal, relató que mientras conducían por una carretera entre montañas, fueron objeto de un secuestro por parte de seres extraterrestres.

Según la versión de los Hill, fueron sometidos a una serie de exámenes invasivos, incluyendo procedimientos con sondas, llevados a cabo por extrañas entidades a bordo de una nave espacial en forma de platillo volante. Estas afirmaciones capturaron la imaginación del público y se les atribuye haber iniciado el género de las abducciones extraterrestres, siendo la primera historia de este tipo que se dio a conocer y que inspiró numerosos relatos similares.

Este relato también desencadenó una revolución en Hollywood. Las criaturas descritas por los Hill, con cabezas de gran tamaño, ojos abiertos, piel grisácea, narices pequeñas y bocas en forma de hendiduras, se convirtieron en el arquetipo de los extraterrestres de la ciencia ficción. Este prototipo, con su estética que evocaba a bebés humanos distorsionados y espeluznantes, fue rápidamente adoptado por programas de televisión y películas, según Wade Roush, periodista especializado en ciencia y tecnología y autor del libro “Extraterrestrials”.

Estos seres cabezones se popularizaron junto con otras historias similares, influenciando la representación estándar de los extraterrestres en ese momento, que se convirtió en el conocido “hombrecito gris”. Este modelo fue posteriormente incorporado por Steven Spielberg en películas como “Encuentros Cercanos del Tercer Tipo” (1977) y “ET, el extraterrestre” (1982), consolidando la imagen de extraterrestres con características similares a la de los años 50 y 60.

Pero, ¿cómo eran representados los extraterrestres antes de esta estandarización en la imaginación colectiva? ¿Y qué factores influyeron en nuestra percepción de ellos?

Mucho antes, los extraterrestres de los primeros relatos de ciencia ficción eran notablemente más fantásticos, con criaturas como pulpos espeluznantes, enjambres de criaturas insectoides y reptiles monstruosos.

En 1887, el autor de ciencia ficción Joseph Henri Honoré Boex escribió “Les Xipéhuz”, una historia que presentaba criaturas geométricas no humanoides con formas de conos transparentes azulados. Estas extrañas entidades, consideradas entre los primeros extraterrestres no humanoides de la ciencia ficción, protagonizaron una historia con moraleja sobre los peligros del primer contacto con lo desconocido.

Desde la antigüedad, la humanidad ha contemplado la posibilidad de vida en otros planetas. Sin embargo, las representaciones de los extraterrestres en las primeras reflexiones eran más antropocéntricas, asumiendo que serían similares a los humanos. Este enfoque cambió en 1859 con la publicación de “El origen de las especies mediante la selección natural” de Charles Darwin, que amplió la imaginación sobre las formas que podrían adoptar los seres extraterrestres.

A lo largo de las décadas siguientes, la ciencia ficción continuó presentando una variedad de extraterrestres no humanoides, desde los marcianos descritos por H. G. Wells en “La guerra de los mundos” (1898) hasta los selenitas similares a insectos de “Los primeros hombres en la luna” (1901). Estas representaciones reflejaban la idea de que la evolución en otros planetas podría seguir direcciones muy diferentes a la de la Tierra.

Con el auge de Hollywood en el siglo XX, las representaciones de extraterrestres en la pantalla se volvieron más antropomórficas, en parte por razones presupuestarias. La facilidad de disfrazar a un actor como extraterrestre humanoides resultó más práctica que crear representaciones evolutivamente distantes. Así, la imagen de extraterrestres con forma humana se convirtió en el estándar, incluso en series como “Star Trek”.

En las últimas décadas, el avance de las tecnologías, como la generación de imágenes por computadora y la inteligencia artificial, ha ampliado las posibilidades creativas en la representación de extraterrestres. Películas como “Arrival” presentan seres extraterrestres con formas no convencionales, como los heptápodos con siete patas y apéndices capaces de arrojar tinta para comunicarse.

En resumen, la percepción de los extraterrestres en la ciencia ficción ha evolucionado desde representaciones antropomórficas hasta criaturas más fantásticas y no humanoides. A medida que la tecnología continúa avanzando, es posible que veamos representaciones aún más extrañas y creativas en el futuro.