“No están solos en el Universo”: el misterioso mensaje extraterrestre que recibió México en 1976 | VIDEO

En el mundo hay una gran variedad de historias y testimonios de personas que aseguran haber sido raptadas por seres de otros planetas, pero una de las anécdotas más extrañas y que nadie se ha podido explicar hasta ahora, es el caso del piloto mexicano Rafael Pacheco, quien en 1976 desapareció misteriosamente de los cielos, solo para después enviar un inquietante mensaje: “No están solos en el Universo”. 

Los desconcertantes hechos todavía resultan aterradores en la actualidad, ya que el audio de lo dicho aquel día por Pacheco quedó grabado en un video, siendo este el único documento de prueba de uno de los mayores misterios de la aviación mexicana. 

El 21 de junio de 1976, en la Ciudad de México, la avioneta XB-ZOX se perdió de los radares. La aeronave era manejada por un aprendiz de piloto de nombre Rafael Pacheco Pérez, alumno de la Escuela de Aviación “México” quien realizaba su primera prueba en solitario. 

Pacheco tenía como plan de vuelo sobrevolar la zona de Chimalhuacán, en el Estado de México, pero de repente él y el avión ya no estaban en los radares. Una hora después, reapareció inexplicablemente, pero ¡oh sorpresa! ahora estaba en Acapulco, un destino que, de acuerdo con los datos de la época, normalmente requería de tres horas de vuelo en ese modelo de aeronaves.

Fue precisamente mientras sobrevolaba el espacio aéreo guerrerense que el joven aprendiz comenzó a transmitir un extraño mensaje, donde hacía referencia a seres de otro planeta. Todos se preguntaban qué había ocurrido en esa hora perdida y cómo fue el joven piloto llegó hasta Acapulco en tan poco tiempo, pero pronto esas dudas pasarían a un segundo plano.

¿Qué mensaje enviaron los extraterrestres a México en 1976?

A estas incógnitas hay que sumarle la que probablemente sea la parte más extraña y siniestra de esta historia, pues Pacheco Pérez se comunicó en un aparente estado de trance para pronunciar un mensaje que quedará por siempre en la memoria: 

“Él está hablando porque así se le ordena, es decir, esta es su voz, él está hablando pero no por su propia voluntad. Lo estamos utilizando a él como si fuera… sí, lo estamos utilizando como un micrófono.

“No importamos mucho, ni de dónde somos, ni de dónde venimos, básteles saber que nosotros somos seres de este universo al que ustedes pertenecen. Nuestro planeta está a muchos años luz, pero eso lo vuelve a repetir antes que parezca confuso: nosotros somos físicamente iguales a ustedes, les vuelvo a repetir que todas las razas del universo somos físicamente iguales.

“Ustedes no están solos en el universo y hay otras razas que estamos alejando de ustedes pero los estamos observando…”.

Después de esto último, aparentemente concluye el escalofriante mensaje, el cual fue recibido a través de la frecuencia 123.45 megahertz por el controlador de tráfico aéreo, Carlos de Kretschy, quien rápidamente dio aviso a las autoridades de lo que acaba de escuchar. 

Según los registros oficiales y de periódicos antiguos, cuando el joven piloto tocó tierra, lo recibieron autoridades policiales y de salud, quienes lo llevaron al Centro de Salud de Acapulco para analizar su estado físico.

En un prinicipio se pensaba que el joven piloto había ingerido algún tipo de droga, pero de manera sorpresiva, se dieron cuenta de que no había ninguna sustancia en su cuerpo que pudiera alterar su mente o lucidez. 

Mientras tanto, un técnico de Aeroméxico que analizó el estado de la avioneta, se dio cuenta de que traía casi la totalidad del combustible, lo que le resultó extraño tomando en cuenta que el viaje desde el centro del país hasta Acapulco le habría costado casi todo. 

De estos hechos hay constancia en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), así como de diversos medios de comunicación que retomaron la historia en su momento. 

Pacheco dijo en entrevistas que no recordaba nada de lo que había pasado y se negó a aceptar que seres de otro mundo lo “poseyeron” durante el vuelo. 

“No recuerdo nada, solo sentí que tenía sueño y que estaba a punto de dormirme”.

Sobra decir que lamentablemente la carrera en aviación del joven aprendiz terminó ese mismo día, pues nunca volvió a pilotear un avión, pero es recordado por ser el protagonista de una de las historias más enigmáticas ocurridas en México sobre una posible abducción extraterrestre.