¿Por qué Leonard Nimoy es una figura tan importante?
Mejor conocido por su papel de Spock en Star Trek, Leonard Nimoy dejó una marca imborrable en el mundo audiovisual y aquí repasamos por qué se ha convertido en una de las figuras más significativas de la cultura popular.
Durante sus sesenta años en el mundo del espectáculo, Nimoy trabajó en prácticamente todos los medios, grabando música, escribiendo poesía y actuando tanto en el escenario como en la pantalla, pero fue Spock, mitad humano y mitad vulcano, su personaje más famoso.
Spock era un extraterrestre en Star Trek y ocupaba el puesto de oficial científico a bordo del Enterprise, convirtiéndose en la voz de la razón en el oído del Capitán Kirk. Pero cuanto más se solidificaba y asentaba el personaje, más lo conocíamos, más comprendíamos que luchaba por reconciliar las partes aparentemente dispares de su identidad: intelectual, emocional, espiritual, cultural, social, pretencioso, orgulloso y desconfiado.
La caracterización de Nimoy de Spock combinaba una mente técnica brillante con un deseo de amistad y pertenencia conmovedor. Su compromiso de madurar y mejorar para convertirse en la mejor versión de sí mismo fue lo que hizo que el personaje se transforme en la cara de Star Trek. Y eso sin contar su clásico saludo con la mano.
Si bien era un personaje estoico que siempre mantenía la compostura y se aferraba a la autodisciplina, Spock también se caracterizó por tener una amistad genial con Kirk y McCoy. La tripulación del Enterprise valoraba su intelecto fenomenal y su destreza científica.
Lo sorprendente fue cómo Nimoy pudo trabajar con este personaje, en apariencia tan serio e inexpresivo, para crear una variedad de efectos emocionales con la más mínima fluctuación en su rostro, con un movimiento rápido y preciso. Spock fue tan amado por el público que terminó trascendiendo el género de ciencia ficción y esa es una de las razones por las que perdura en la actualidad.
Leonard Nimoy exploró la relación entre él y su personaje más famoso en dos libros. El primero fue publicado en 1975, publicó la autobiografía I Am Not Spock, queriendo establecer que él era una persona fundamentalmente diferente al personaje que había interpretado en la televisión. Nimoy, por supuesto, era más que solo Spock: proporcionó el trabajo de voz en off para múltiples documentales, videojuegos y películas. Interpretó al científico loco William Bell en Fringe y a Tevye en Fiddler on the Roof. Era poeta, fotógrafo, director y se lo consideraba como una figura activa en la comunidad judía. Por esa razón renegaba de que siempre se lo asocie con una sola cosa.
Veinte años después, escribió I Am Spock, en el que reconocía que Spock era y siempre había sido parte fundamental de su persona. Nimoy aprendió a amar al personaje y a apropiarse de él, al igual que lo hizo el público que disfrutó Star Trek. Lo más curioso es que gran parte del libro se cuenta en forma de conversaciones entre Spock y Nimoy.
Por lo general, cuando un actor es identificado de por vida como su creación más famosa, la amargura se instala y uno se cansa de ser siempre el mismo. Pero esto no sucedió con Nimoy y Spock, quienes terminaron fundidos para siempre en una misma mente.
Un partido revolucionario, si en verdad está empeñado en hacer y dirigir la revolución no puede renunciar al legítimo derecho de ser o formar parte de la vanguardia histórica que en efecto haga y dirija la revolución socialista en nuestro país, es de hipócritas decir que se lucha sin aspirar a tomar el poder y mucho más aún si se pretende desarrollar lucha diciendo que no busca ser vanguardia cuando en los hechos se actúa en esa dirección.
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