Por qué los extraterrestres podrían ser violetas en lugar de verdes

La búsqueda humana por desentrañar los enigmas del cosmos ha llevado al descubrimiento de alrededor de 5.500 exoplanetas hasta la fecha. A pesar de ello, la pregunta sobre la existencia de vida más allá de nuestro planeta sigue siendo un enigma fascinante que alimenta la especulación, basada principalmente en nuestro conocimiento terrestre.

La biodiversidad en la Tierra nos muestra que la vida se manifiesta en una variedad de formas y colores. Por ejemplo, organismos adaptados a entornos sin luz ni oxígeno absorben radiación infrarroja y muestran tonos violetas. Este fenómeno plantea la intrigante cuestión: ¿Podría la vida extraterrestre manifestarse en colores distintos al verde predominante en la Tierra?

El Instituto Carl Sagan de la Universidad de Cornell ha explorado esta interrogante presentando una hipótesis innovadora. Un estudio publicado en el Monthly Notices of the Royal Astronomical Society sugiere que la vida extraterrestre podría no solo ser plausible, sino que también sería común en tonos púrpuras, especialmente en planetas que orbitan estrellas enanas rojas, abundantes en nuestra galaxia. Esta investigación postula que microorganismos similares a las bacterias púrpuras terrestres, que no dependen de la luz visible ni del oxígeno para sobrevivir, podrían prosperar bajo la influencia de la luz infrarroja, dotando a estos mundos de una distintiva huella luminosa violeta, detectable mediante telescopios avanzados.

Lígia Fonseca Coelho, investigadora postdoctoral en el Instituto y autora principal del estudio, destaca la asombrosa capacidad de adaptación de las bacterias púrpuras a una amplia gama de condiciones, identificándolas como candidatas ideales para formas de vida predominantes en otros mundos. Por su parte, Lisa Kaltenegger, coautora del estudio y directora del Instituto Carl Sagan, subraya la importancia de ampliar la base de datos sobre signos vitales para reconocer posibles manifestaciones de vida no convencionales en el cosmos.

Coelho explicó: “Si las bacterias violetas prosperan en una superficie de una Tierra congelada, un mundo oceánico, una Tierra bola de nieve o una Tierra moderna que orbita una estrella más fría, ahora tenemos las herramientas para buscarlas”. Este enfoque innovador proviene de la observación de bacterias púrpuras en la Tierra, que utilizan formas más simples de fotosíntesis que no necesitan luz visible ni producen oxígeno, sino que absorben la luz infrarroja.

Para fundamentar su teoría, el equipo de investigadores ha iniciado la recopilación de muestras y datos sobre las bacterias violetas. Han encontrado su versatilidad en distintos ambientes, incluso en un estanque en el campus universitario. Esas bacterias pueden mostrar una gama de colores que va del amarillo al rojo, que absorben luz infrarroja y realizan una forma de fotosíntesis que no produce oxígeno. Mientras que la búsqueda de vida más allá de la Tierra continúa, este innovador estudio del Instituto Carl Sagan introduce un paradigma alternativo que podría ser clave en la detección de futuros indicios de vida extraterrestre. Contemplar la existencia de vida en espectros cromáticos distintos al verde terrestre invita a expandir nuestras posibilidades de exploración en el universo, acercándose paso a paso a resolver uno de los más grandes misterios de la humanidad.