Presentan “Mexicanos en el cine”, con memorias de cineastas nacionales

En el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), realizadores mexicanos presentaron el libro “Mexicanos en el Cine” en el marco de una publicación compuesta por ensayos fotográficos que presentan los rostros de personas involucradas en importantes proyectos cinematográficos nacionales.

Escrito por el fotógrafo Fernando Aceves, intentamos capturar alrededor de 184 personas involucradas en el cine mexicano, entre diversas disciplinas cinematográficas, directores, actores, diseñadores de sonido, maquilladores y personas de este ámbito. . , entre otras cosas. “Combina alrededor de 200 personajes de diferentes campos del cine. Cuando hablamos de género, muchas veces pensamos en directores, actores y actores, pero los elementos que lo componen incluyen diseño de sonido, producción, maquillaje, vestuario, errores, trucos y más. Hay sucursales, personas que aseguran la activación de este mecanismo”. Entre los participantes, uno de los jefes de Navarro, Vacas, Crónicas o Laberinto de Antecedentes y el cine mexicano se dirigió y produjo un cine en México. Alphono Kuaron, diseñador internacional, diseñador y líder de arte, Alphono Kuaron, con Alphono Kuaron, con Alponmo Kuaron y Alphonymo Kuaron.

La actriz Maria Rojo también se compara con (Hell, Red Morning, Mission); Natalia Berstey (ruido, adiós, encontraré a otros y finalmente la directora de animación, Rita LLP. La directora de cine Natalia Berishtain considera que el trabajo fotográfico incluido en el libro demuestra que hay representantes de la industria cinematográfica del país.

“Hay mucha gente en este país que se dedica al cine, con un enfoque muy noble y reflexivo, sin filtros. Eso es lo que siento por los retratos de la gente de allí”. Según el artista, la ejecución del proyecto fue difícil, ya que se necesitaron casi siete años para completar los 84 retratos.

¿Cómo encontraste 184 directores para tus retratos? El equipo de “Mexicano en el Cine” destacó especialmente que tenían que estar al teléfono todo el tiempo, porque las diferentes personas involucradas en el proyecto debían poder adaptarse y comunicarse con el tiempo de cada uno durante el rodaje, pero era imposible. . . Esto se debe a que los participantes del proyecto no tienen tiempo en su agenda o han rechazado la invitación.

En última instancia, los realizadores sintieron que era importante que este trabajo preservara la cultura de preservar documentos y archivos históricos y sirviera como referencia para el futuro.