Qué respondemos los científicos cuando nos preguntan si hay vida en la galaxia
La posibilidad de vida en otros planetas ha resonado en nuestra conciencia colectiva desde que comenzamos a observar científicamente el universo. Descubrir que no estamos solos será el descubrimiento más grande e importante de la historia. Por ahora sólo podemos adivinar. Poco a poco vamos aprendiendo más sobre las galaxias, la vida y su evolución. Este conocimiento proporciona una guía (aunque muy limitada) para pensar si existe vida en otros lugares, si podemos detectarla y si la vida extraterrestre puede detectarnos.
Cuando hablamos de vida extraterrestre, no estamos hablando de vida inteligente, estamos hablando de todo tipo de vida. Nos interesa el origen y la evolución de la vida en la Tierra, si existió en otros lugares además de la Tierra y si existen regiones desconocidas que reúnan las condiciones para la formación de vida (a esto lo llamamos potencial para la vida).
La astrobiología es la ciencia que responde a estas preguntas. La primera y única forma de vida conocida.
Existe un consenso científico de que la vida apareció en ambientes terrestres hace unos 4.200 millones de años. Curiosamente, este fenómeno ha ocurrido a escala geológica durante un corto período de tiempo, desde unos pocos cientos de miles a 120 millones de años, desde que la Tierra se volvió habitable. Esta velocidad de aparición sugiere que la vida puede desarrollarse relativamente rápido cuando las condiciones son adecuadas.
Nuestro conocimiento de la química prebiológica sugiere que los componentes clave de la vida orgánica son universales y compartidos. Las reglas de la química guían los primeros pasos, por lo que podemos suponer que la vida orgánica puede tener propiedades reconocibles dondequiera que se presente.
Durante la mayor parte de la historia de la Tierra, la vida consistió en formas simples unicelulares y multicelulares, como los antepasados de las aves modernas. Los animales han habitado la Tierra durante los últimos 500 a 600 millones de años y representan sólo el 14% de toda la vida.
Vida inteligente: puede controlar el espacio
A los efectos de la evaluación en la observación espacial, los humanos pueden definirse como “formas de vida inteligentes” si tienen la capacidad de transmitir observaciones o señales astronómicas más allá del planeta. Si tomamos la Edad del Bronce como punto de partida para observaciones astronómicas sistemáticas, no ha habido vida inteligente en la Tierra durante menos del 0,00012% de su historia.
La capacidad de enviar y recibir señales y explorar el espacio solo dura un porcentaje muy pequeño de toda nuestra vida en la Tierra, por lo que las posibilidades de que alguien, concretamente nosotros, recibamos estas señales son muy bajas. La vida tal como la conocemos puede ser relativamente simple, pero la vida inteligente puede ser rara. Según el análisis matemático, existe aproximadamente un 60% de posibilidades de que no aparezca vida inteligente en un planeta habitable. Cálculos recientes sugieren que nuestra galaxia puede tener actualmente entre uno y diez planetas que albergan vida inteligente. En otras palabras, si la vida es el resultado de la evolución cósmica, no podemos estar seguros de que la inteligencia también sea el resultado. Buscamos biofirmas extraterrestres.
En la búsqueda de evidencia de vida extraterrestre, los científicos buscan firmas biológicas, biomarcadores, signos de vida o evolución química en exoplanetas y sistemas solares.
Pero hasta ahora no se ha encontrado ninguna evidencia de vida extraterrestre (no, la fosfina en Venus no es un indicador biológico). Una estrategia para encontrar vida extraterrestre es buscar planetas fuera de nuestro sistema solar (exoplanetas) en la galaxia.
Se han identificado 5496 planetas que orbitan alrededor de 4229 estrellas. El telescopio James Webb ha alcanzado un hito importante: el perfilado molecular y químico de las atmósferas de exoplanetas.
En un futuro próximo, a medida que mejoren nuestras capacidades de observación, podremos descubrir biofirmas en los más de 1.800 planetas terrestres identificados hasta ahora. Pero hasta ahora, no se ha confirmado que ningún planeta fuera de nuestro sistema solar sea habitable o muestre signos de vida.
¿Hay seres inteligentes vigilando la Tierra? No hay razón para negar que nuestro planeta forma parte de la lista de exoplanetas de civilizaciones extraterrestres. Si su tecnología fuera (o fuera) más avanzada, podrían detectar firmas biológicas como la coexistencia de oxígeno y metano en la atmósfera o espectros de clorofila, biomarcadores detectables desde el espacio. Incluso si estuviera allí, ahora, observando desde una distancia de unos 60 años luz, podemos ver evidencias de una civilización tecnológica, como la presencia de los famosos CFC, clorofluorocarbonos, que los humanos emiten a la atmósfera.
La vida en exoplanetas es poco probable
Los astrónomos parecen haber descubierto muchos planetas fuera de nuestro sistema solar. Pero la realidad es que se trata de una muestra muy pequeña. Se estima que sólo en nuestra galaxia hay alrededor de 100 mil millones de exoplanetas. Hay alrededor de 1.500 planetas a 50 años luz de nosotros, pero sólo el 10% de ellos han sido observados.
Según lo que sabemos, podemos calcular fácilmente que existe aproximadamente un 99,98% de posibilidades de que el exoplaneta recién descubierto esté desprovisto de vida. Suena aterrador, pero la galaxia es enorme. Estimaciones optimistas sugieren que alrededor de 10 millones de planetas podrían albergar vida.
¿Qué pasa si llego aquí? Los testimonios recientes sobre tecnología extraterrestre y fenómenos anómalos no identificados (UAP) presentados ante el Congreso de los Estados Unidos han generado una amplia atención de los medios.
Sin embargo, estos informes carecen de pruebas concretas. Los científicos no trabajan con evidencia. Debemos permanecer escépticos pero con la mente abierta, investigar, discutir, brindar explicaciones imparciales y probar todas las hipótesis a partir de los datos obtenidos de las observaciones de la UAP. También es necesario determinar los límites que la física impone a las hipótesis más insólitas. La llegada de tecnología extraterrestre a nuestro planeta es predecible y, en cierto modo, esperanzadora. Pero debemos recordar que esta es la hipótesis más probable y rechazar testimonios y rumores que no estén respaldados por pruebas y datos objetivos. La falta de explicación para algunas escenas de UAP no significa que aceptemos que se trata de tecnología extraterrestre.
Por tanto, dado lo que sabemos, debemos aceptar la posibilidad de que nuestra galaxia sea al menos el único ejemplo de vida inteligente. A medida que el conocimiento y las técnicas de observación sigan avanzando con paciencia y rigor, es posible que algún día los científicos puedan responder a la pregunta de si estamos solos en el universo.
La posibilidad de vida extraterrestre siempre nos ha intrigado. *César Menor-Salván – Profesor, Departamento de Biología de Sistemas, Universidad de Alcalá, España, PhD (Bioquímica y Astrobiología).
*Este artículo se publicó originalmente en The Conversation y se reproduce aquí bajo una licencia Creative Commons. Para leer la versión original, haga clic aquí.
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