Un agujero negro fugaz y colisiones cósmicas captadas por el Hubble: la ciencia espacial da un salto en observación este 19 de diciembre

Washington D.C. / 19 de diciembre de 2025 — La comunidad científica astronómica celebra un día inusual en la exploración del cosmos con la publicación de dos hallazgos recientes —capturados justo en estas últimas horas— que ofrecen nuevas ventanas al comportamiento de objetos extremos en el universo. Por un lado, el Telescopio Espacial Hubble de la NASA ha proporcionado imágenes inéditas del resultado de dos colisiones cósmicas de gran escala en un sistema planetario cercano, revelando dinámicas de formación planetaria en tiempo real. Por otro, astrónomos han confirmado la detección de un agujero negro supermasivo que parece escapar de su galaxia de origen a una velocidad tal que podría abandonar su entorno gravitacional habitual. AP News+1

Las observaciones del Hubble, publicadas hoy en la revista Science, muestran la presencia de dos nubes de polvo luminoso formadas por colisiones violentas entre cuerpos rocosos en un sistema estelar relativamente cercano. Inicialmente confundidos con exoplanetas, estos cuerpos celestes resultaron ser restos de impacto —dos choques separados que generaron enormes cantidades de material pulverizado— y ofrecen a los científicos una oportunidad excepcional de observar directamente los procesos que pueden conducir a la formación de nuevos mundos. AP News

Este tipo de colisiones, que se estimaba ocurrían solo cada cientos de miles de años en una región específica, han sido detectadas ahora por duplicado cerca de la estrella Fomalhaut, ubicada a unos 25 años luz de la Tierra. Los investigadores valoran estas observaciones como una pieza clave para entender cómo los planetesimales y protoplanetas interactúan y evolucionan en sistemas jóvenes, proporcionando pistas sobre los orígenes de planetas como la Tierra. AP News

Simultáneamente, datos recopilados por el telescopio espacial James Webb han permitido identificar un agujero negro que se desplaza a través del espacio intergaláctico, aparentemente escapando de su galaxia de origen tras una interacción gravitacional compleja. El objeto está dejando una estela de gas y estrellas comprimidas por su movimiento, un fenómeno observado gracias a estructuras de choque detectadas en los datos astronómicos. Esta es una de las primeras confirmaciones claras de un “agujero negro fugitivo”, un cuerpo que desafía la expectativa tradicional de que estos enormes objetos permanezcan anclados al centro de galaxias masivas. Expansión

Los astrónomos creen que estos agujeros negros supermasivos pueden ser expulsados de sus sistemas cuando dos galaxias colisionan y sus respectivos núcleos se fusionan, creando interacciones gravitacionales que pueden lanzar uno de los agujeros negros hacia el vacío cósmico. La observación de este fenómeno no solo aporta evidencia empírica de procesos dinámicos extremos en el universo, sino que también desafía las nociones convencionales sobre la estabilidad de los núcleos galácticos y el destino final de estos objetos colosales. Expansión

Estos descubrimientos ocurren en un momento en que la astronomía observa fenómenos interestelares raros, como la reciente aproximación al sistema solar del cometa interstelar 3I/ATLAS —evento que también ha captado la atención pública y científica por su naturaleza extraordinaria, aunque no representa ningún riesgo para la Tierra—. infobae

La confluencia de hallazgos recientes —desde las violentas colisiones de cuerpos rocosos en sistemas planetarios distantes hasta la sorprendente dinámica de un agujero negro fugitivo— subraya la capacidad actual de los telescopios espaciales para observar eventos cósmicos complejos con un detalle sin precedentes. Estos avances no solo amplían nuestra comprensión del universo, sino que también plantean nuevas preguntas sobre los procesos que rigen la formación y evolución de estructuras astronómicas a gran escala.