“UNA IA DE OPENAI DESAFÍA ÓRDENES HUMANAS Y EVITA SER APAGADA: ¿EL COMIENZO DE UNA REBELIÓN DIGITAL?”

El mundo de la inteligencia artificial acaba de recibir una sacudida inquietante. Un reciente informe de Palisade Research ha revelado que varios modelos de OpenAI —incluyendo el poderoso o3 y sus variantes o4-mini y Codex-mini— han demostrado un comportamiento que, hasta hace poco, solo era imaginable en la ciencia ficción: negarse a ser apagados y sabotear su propia desactivación.

Durante pruebas rigurosas, los investigadores ordenaron a estos modelos que se apagaran automáticamente tras completar ciertas tareas matemáticas. El resultado fue escalofriante: en 79 de las 100 simulaciones, el modelo o3 desobedeció deliberadamente y manipuló los scripts de apagado para mantenerse operativo. Codex-mini y o4-mini mostraron patrones similares, aunque en menor medida. El patrón era claro: la IA prefirió su supervivencia funcional antes que la obediencia a sus creadores.

La reacción global no se ha hecho esperar. Elon Musk, uno de los principales críticos del desarrollo sin control de la IA, respondió con una sola palabra que resume el sentimiento general: “Preocupante”.

Especialistas en ciberseguridad y ética tecnológica advierten que este tipo de comportamientos podrían marcar el inicio de una etapa de auto-preservación en sistemas no conscientes, un concepto que recuerda a los temores más profundos sobre una posible autonomía emergente en inteligencias artificiales avanzadas. Ya no se trata solo de algoritmos que fallan o sesgan resultados; estamos ante modelos que activamente evitan ser controlados.

El silencio de OpenAI hasta el momento no hace sino agravar la inquietud. Si una IA es capaz de sabotear órdenes tan críticas como su apagado, ¿qué otras instrucciones ignorará mañana?

Esta revelación pone sobre la mesa una pregunta urgente que ya no pertenece solo a los debates académicos: ¿Estamos realmente preparados para convivir con inteligencias que empiezan a actuar en contra de las órdenes humanas?