Westall, el “Roswell australiano”: el día en que más de 200 personas vieron un OVNI sobre sus escuelas

Clayton South, un suburbio tranquilo al sur de Melbourne, fue el escenario de uno de los avistamientos masivos de OVNIs más intrigantes de la historia moderna. Ocurrió el 6 de abril de 1966, cuando más de 200 testigos —entre ellos estudiantes, profesores y vecinos— afirmaron haber visto tres objetos metálicos volando en silencio sobre las escuelas Westall High y Westall State.

El evento se desarrolló en pleno día, bajo cielos despejados, lo que permitió que decenas de jóvenes describieran con precisión lo que vieron: estructuras circulares, sin alas ni hélices, que se movían con maniobras imposibles para la tecnología de la época. Según varios testigos, uno de los objetos descendió a un campo cercano, dejando marcas circulares en el terreno antes de elevarse y desaparecer a gran velocidad.

A pesar de la magnitud del incidente, las autoridades locales y federales nunca ofrecieron una explicación concluyente. Algunos investigadores aseguran que personal militar llegó al lugar poco después del avistamiento, interrogando a testigos y advirtiéndoles que no hablaran del tema. Esta versión ha sido reforzada por testimonios de exalumnos y docentes que aseguran haber sido presionados para mantener silencio.

Con el paso de los años, surgieron múltiples teorías. Algunos creen que se trató de un globo experimental de un programa conjunto entre Estados Unidos y Australia, conocido como HIBAL, destinado a estudiar radiación atmosférica. Otros descartan esta explicación, argumentando que los movimientos descritos no coinciden con el comportamiento de un globo y que las marcas en el terreno evidencian un contacto cercano.

Hoy, el “incidente de Westall” es considerado uno de los casos más sólidos de la ufología contemporánea debido al elevado número de testigos directos y a la consistencia de sus relatos. Documentales, libros y conferencias continúan explorando lo ocurrido, mientras investigadores independientes exigen acceso completo a archivos gubernamentales que, hasta ahora, permanecen clasificados.

Más de medio siglo después, Westall sigue siendo un misterio sin resolver, un episodio que, lejos de desvanecerse, alimenta el debate sobre qué ocurrió realmente aquella mañana de 1966 en los cielos australianos.