“Esto es una mierda clasista”: la cadena de cines más grande de EE.UU. resucita el gallinero dividiendo sus salas entre zonas para ricos y para pobres… y hasta Elijah Wood les ha abroncado

Desde hace un tiempo, sacar una entrada para el cine se parece más a una escape room que a una experiencia sencilla y amable: ten en cuenta los descuentos, las salas especiales, las promociones exclusivas, compara, mira el día del espectador… Las salas han hecho todo lo que han podido por ofrecer diferentes experiencias (como, por ejemplo, las salas de lujo donde te sirven comida a la butaca, o las que expanden la pantalla más allá de sus límites), pero no siempre el público ha respondido con una sonrisa.

Los pobres con los pobres deben estar

AMC, la mayor cadena de cines de Estados Unidos, va a probar una nueva manera de cobrar al espectador (en 2022 ya lo intentó pidiendo dos dólares más por ir la semana del estreno de ‘The Batman’), y lo que en cabeza de sus directivos podría parecer una buena iniciativa se ha tornado en algo dantesco. Básicamente, en sus salas ofrecerá tres tipos de entradas diferentes: por un lado, la normal, que tendrá el precio habitual (llamadas “línea de visión estándar”). Por otro, las mejores, más centradas, que tendrán un incremento de precio (“línea de visión preferente”). Y, finalmente, las de las primeras filas, que tendrán un precio más barato para que todos puedan, ejem, disfrutar del cine (“línea de visión barata”).

En España no nos viene de nuevas lo de cobrar más por las mejores butacas, pero lo de pagar menos por las peores es algo inaudito. Sobre todo porque el mensaje que dejas es el de que si no tienes suficiente dinero, tampoco puedes ver las películas en condiciones. Puedes quebrarte el cuello en primera fila, y gracias. Elijah Wood ha dejado su opinión (acertada) en Twitter:

La sala de cine es y siempre ha sido un espacio democrático y sagrado para todos. Esta nueva iniciativa de AMC penalizaría a la gente con menos dinero y premiaría a la que más tiene.

John Rocha, crítico de cine, ha sido bastante más vehemente: “Esto es una mierda clasista. Gente pobre, os sentaréis en la sección pobre, y los ricos por favor, aparten las cuerdas de terciopelo alrededor de su asiento”. Resucitar modelos de hace décadas (ver las películas desde el gallinero a cambio de pagar menos) suena desfasado y desesperado. Si esto es lo mejor con lo que ha salido AMC para recuperar su público, quizá es momento de volver a darle una vuelta desde cero.