Israel e Irán: el conflicto escala con fuego cruzado y sacude la estabilidad global

El conflicto entre Israel e Irán ha alcanzado un nuevo nivel de tensión este lunes 16 de junio, al entrar en su cuarto día de enfrentamientos directos, con ataques de represalia que están provocando alarma internacional, distorsión en los mercados energéticos y llamados urgentes desde los principales foros diplomáticos del mundo.

Según reportes confirmados por medios como Reuters y Financial Times, el gobierno israelí ha lanzado bombardeos selectivos sobre infraestructura crítica iraní, incluyendo instalaciones energéticas y áreas cercanas a plantas nucleares, mientras que Irán respondió con una andanada de misiles hacia Tel Aviv y Haifa. Aunque los sistemas de defensa aérea israelíes interceptaron varios de los proyectiles, algunos alcanzaron objetivos urbanos, dejando múltiples heridos y daños materiales.

Este nuevo intercambio representa el primer enfrentamiento directo y sostenido entre ambos países en más de una década. Hasta ahora, las hostilidades entre Irán e Israel se habían canalizado a través de ataques indirectos, guerras por proxy o ciberataques. Sin embargo, el actual conflicto marca un punto de inflexión peligroso con implicaciones regionales y globales.

En respuesta, los líderes del G7, reunidos en Canadá, han hecho un llamado a la contención y la diplomacia. Estados Unidos, Reino Unido y Francia se encuentran en conversaciones para definir posibles sanciones o medidas disuasorias. No obstante, Rusia y China se han mantenido al margen, pidiendo que no se “internacionalice aún más” el conflicto.

Mientras tanto, los precios del petróleo se han disparado por encima de los 90 dólares por barril, y el oro alcanzó máximos históricos ante la búsqueda de refugio financiero. El estrecho de Ormuz, por donde transita el 20 % del petróleo mundial, ha sido calificado por analistas como “potencial cuello de botella geopolítico”.

El gobierno israelí ha defendido sus acciones alegando que Irán “cruzó todas las líneas rojas” tras ataques previos orquestados desde suelo sirio por grupos aliados. Por su parte, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán declaró este lunes que “la respuesta ha sido legítima y proporcional ante las agresiones del régimen sionista y sus cómplices”.

La comunidad internacional observa con creciente preocupación. La ONU ha convocado una sesión de emergencia del Consejo de Seguridad, mientras que expertos advierten que una guerra abierta entre ambas potencias podría desencadenar una crisis regional con efectos de alcance global.

A medida que el conflicto escala, el mundo se enfrenta a un dilema: ¿hasta qué punto se puede permitir que continúe el enfrentamiento sin que se convierta en un conflicto generalizado en Medio Oriente? La respuesta puede depender no solo de las decisiones militares, sino también de la habilidad —o la falta de ella— de las potencias para contener las llamas de una guerra que ya amenaza con salirse de control.