Machismo político frena la paridad de género en la gubernatura de Michoacán

La iniciativa para garantizar la alternancia de género en la gubernatura de Michoacán fue retirada de la orden del día en el Congreso local, lo que significó su virtual cancelación. El proyecto, promovido principalmente por la bancada del PRD, buscaba asegurar que una mujer ocupara el Ejecutivo estatal en 2027, pero se desplomó tras la desintegración de ese grupo parlamentario.

El retroceso se produjo justo después de la renuncia de la diputada Brissa Ireri Arroyo Martínez al Grupo Parlamentario del PRD, denunciando violencia política de género por parte del coordinador de su bancada, Octavio Ocampo, quien paradójicamente también era uno de los principales impulsores de la iniciativa.

La propuesta no logró convertirse en dictamen ni en un punto formal de debate, dejando en evidencia no solo la falta de voluntad política, sino el ambiente misógino que aún impera en el Congreso michoacano. Legisladores de otros partidos, e incluso algunos funcionarios públicos, expresaron su rechazo a la paridad obligatoria argumentando que se vulnerarían sus derechos políticos “como hombres”.

El colapso de la propuesta revela una doble moral institucional: mientras se enarbola el discurso de la igualdad de género, en la práctica persisten las resistencias machistas que impiden avances concretos en la representación política de las mujeres en el estado.