OpenAI expandirá las fronteras del cine con Critterz, el primer largometraje animado creado mayormente por inteligencia artificial

Un nuevo capítulo en la convergencia entre cine y tecnología se perfila gracias a Critterz, un largometraje animado impulsado en gran parte por herramientas de inteligencia artificial de OpenAI, que busca estrenarse en el Festival de Cannes en 2026. El País

El proyecto nace de una idea del creativo Chad Nelson, quien comenzó hace tres años experimentando con DALL·E —la herramienta generativa de imágenes de OpenAI— y evolucionó hasta transformarse en una producción internacional con estudios de Londres y Los Ángeles participando. Según el medio El País, Critterz tiene un presupuesto estimado en menos de 30 millones de dólares, muy por debajo del coste habitual de animaciones de gran escala en Hollywood. El País

Una de las apuestas más importantes de Critterz es acelerar el proceso de producción. En lugar de los tres años que muchas animaciones convencionales tardan, esta película planea completarse en solo nueve meses. Gran parte del trabajo artístico estará automatizado con IA, pero no se prescinde de los colaboradores humanos: habrá actores de voz, guionistas y artistas gráficos que pulirán detalles que la inteligencia artificial aún no puede resolver por sí sola. El País

Pero no todo es entusiasmo. Existen debates legales y éticos en torno al uso extensivo de IA para generar contenido creativo. Preguntas como quién tiene los derechos sobre lo generado por algoritmos, cómo se reconoce la contribución humana, y el impacto en los empleos en la industria del entretenimiento están al frente de las preocupaciones. Algunos expertos señalan que el éxito artístico y comercial de Critterz podría marcar un punto de inflexión para estas industrias. El País

En definitiva, Critterz representa una apuesta ambiciosa: demostrar que la IA no solo sirve como herramienta de apoyo, sino que puede integrarse como actor principal de la producción cinematográfica. El resultado dirá cuánto estamos dispuestos a aceptar —y regulaciones acompañarán— en un futuro donde lo creado por máquinas y lo creado por humanos se entrelazan cada vez más.