¿Y si no somos los únicos que han visto ovnis? Civilizaciones antiguas y su misteriosa relación con el fenómeno extraterrestre

Desde los frescos rupestres de hace miles de años hasta los registros de culturas antiguas como Egipto, Sumeria, India o Mesoamérica, el fenómeno ovni ha estado presente mucho antes de que el término “platillo volador” entrara en la imaginación popular del siglo XX. Esta constante presencia en el arte, los mitos y los textos religiosos ha llevado a muchos investigadores a preguntarse: ¿Es posible que las civilizaciones antiguas ya hubieran tenido contacto —o al menos avistamientos— con entidades no humanas?

Señales en las piedras: los primeros testimonios

En las cuevas de Tassili n’Ajjer, Argelia, hay pinturas rupestres de más de 10 mil años de antigüedad que representan figuras humanoides con cascos redondos y trajes que recuerdan a los de los astronautas modernos. Algunos antropólogos explican estas imágenes como representaciones simbólicas de chamanes o dioses tribales. Sin embargo, otros sostienen que estas figuras podrían ser interpretadas como visitantes extraterrestres que formaron parte del imaginario —o la experiencia— de esos pueblos.

Los “carros de fuego” y los dioses que venían del cielo

Textos antiguos como el Mahabharata y el Ramayana —epopeyas de la India— mencionan máquinas voladoras llamadas vimanas que surcaban los cielos y podían causar destrucción con rayos. En el Antiguo Testamento, el profeta Ezequiel narra una visión en la que un carro de fuego con ruedas dentro de ruedas desciende del cielo. ¿Religión, metáfora o tecnología mal comprendida? Algunos teóricos del fenómeno ovni argumentan que estas descripciones podrían tratarse de encuentros con tecnología avanzada no terrestre.

Civilizaciones precolombinas y sus “hombres del cielo”

En América, culturas como los mayas, aztecas e incas hablaron de dioses que descendieron del cielo. En Palenque, la lápida del Rey Pakal ha sido objeto de controversia: mientras los arqueólogos la interpretan como una representación simbólica del viaje al inframundo, otros aseguran que muestra a un hombre piloteando una nave espacial. Las líneas de Nazca en Perú también han sido interpretadas como posibles pistas de aterrizaje, visibles sólo desde el aire.

¿Por qué mirar hacia el pasado?

Estudiar la relación entre las civilizaciones antiguas y el fenómeno ovni no sólo es una búsqueda de lo insólito, sino también una forma de entender cómo la humanidad ha interpretado lo desconocido a lo largo de los siglos. ¿Vieron los antiguos lo mismo que nosotros vemos hoy en los cielos? ¿Qué sabían —o qué creían saber— sobre el universo?

Si las experiencias actuales con ovnis pueden ser registradas con cámaras, radares y sensores, las experiencias antiguas quedaron codificadas en mitos, tallas y leyendas. Pero el patrón se repite: luces en el cielo, seres que descienden del firmamento, conocimiento traído desde las estrellas.

Un misterio que trasciende el tiempo

Hoy, el debate sobre los ovnis ha llegado incluso a instancias gubernamentales, con declaraciones oficiales de pilotos, exmilitares y agencias que reconocen la existencia de fenómenos aéreos no identificados. Pero quizás la clave para entender el presente también esté en el pasado.

La relación de otras civilizaciones con el fenómeno ovni no debe ser descartada como fantasía ni asumida como certeza absoluta. Es, más bien, una invitación a abrir los ojos, no sólo al cielo, sino también a los vestigios que dejaron nuestros antepasados. Porque tal vez, solo tal vez, nunca estuvimos solos. Y quizás ellos ya lo sabían.